En la actualidad, la sanidad pública vasca, conocida como Osakidetza, enfrenta una serie de retos sin precedentes que afectan directamente a la calidad del servicio ofrecido a la comunidad. Los sindicatos advierten sobre la alta temporalidad, la falta de profesionales médicos y la creciente dependencia de los servicios privados como algunas de las principales preocupaciones.
Situación Actual de la Sanidad Vasca Osakidetza
La sanidad vasca está bajo el escrutinio público debido a varios factores críticos que comprometen su eficacia. Según José Ignacio Martínez, portavoz de las plataformas en defensa de la sanidad pública vasca, estamos ante un panorama desolador propiciado por políticas de recortes y privatización. Con una inversión que apenas alcanza el 5,6% del PIB regional, comparativamente inferior a la media estatal y europea, la situación es alarmante. Además, la temporalidad en Osakidetza sobrepasa el 50%, situándola como la más alta de Europa.
Desafíos de la Plantilla y Recortes
Osakidetza cuenta con una plantilla de aproximadamente 42,000 profesionales, pero solo 19,000 son puestos fijos. A esto se suma un alto volumen de jubilaciones y una plantilla mayoritariamente temporal que supera los 25,000 trabajadores entre interinos y contratos temporales. Jesús Oñate, representante del sindicato LAB, critica la falta de acción efectiva frente a esta problemática que se conoce y se ignora desde hace más de una década.
Protestas y Movilizaciones por la Sanidad Vasca
Las recientes manifestaciones en ciudades como Bilbao, Gasteiz y Donostia son un reflejo del descontento generalizado. Miles de ciudadanos, apoyados por coordinadoras de plataformas, exigen cambios reales que aseguren el futuro de la sanidad pública. Martínez recalca la importancia de la movilización continua para presionar a los partidos políticos por soluciones concretas, especialmente durante las campañas electorales.
Privatizaciones y la Dependencia del Sector Privado
Uno de los aspectos más controvertidos es la creciente derivación de pacientes a clínicas privadas. En 2023, el Departamento de Salud destinó 269 millones de euros a estas derivaciones, evidenciando un incremento del 9% respecto al año anterior. Este enfoque no solo cuestiona el modelo de salud pública, sino que también pone de relieve la tensión entre los servicios necesarios y los recursos disponibles.
Conclusión
La sanidad pública vasca se encuentra en una encrucijada crítica. Entre recortes, privatizaciones y una plantilla insuficiente, los desafíos son enormes pero no insuperables. Es fundamental que se adopten medidas urgentes para revertir esta tendencia y asegurar que la salud pública siga siendo un pilar fundamental en la sociedad vasca.