Ejercicio físico y diabetes
Con las estrategias tan sencillas que verás a continuación, vas a poder disfrutar del ejercicio físico con tu diabetes y convertirte de esta manera en un ejemplo de bienestar y vida sana.
¿Sabrías decirme al menos 5 hábitos saludables que practiques? Si te cuesta pensarlos o no llegas, tranquilo o tranquila, esto tiene solución.

1. Ejercicio y diabetes tipo 1 y tipo 2
Tanto si tienes diabetes tipo 1 o diabetes tipo 2, empieza midiéndote la glucemia antes del ejercicio, ya que uno de los mayores retos que solemos tener las personas con diabetes, es superar el miedo a una hipoglucemia.
Por esta razón solemos preferir pasarnos antes que quedarnos cortos, empezando el entrenamiento físico con los niveles de glucosa por las nubes.
Lo ideal es tratar de imitar un cuerpo sin diabetes, es decir, comenzar el entrenamiento deportivo con los valores normales de glucemia, ni alta ni baja.
Sistema Endocrino con diabetes
Al realizar actividad física nuestro sistema endocrino activa diferentes hormonas, una de las más importantes es la insulina.
Nuestro combustible para funcionar es la glucosa, la cual proviene de los alimentos. Pese a tener una pequeña reserva muscular, esta se agota pronto. Por ello debe recurrir a la glucosa que viaja por la sangre y transportarla al interior de las células. Esto es posible gracias a la acción de la insulina como «transportista».
La actividad física junto a la insulina reducen nuestros niveles de azúcar en sangre, mientras que los hidratos de carbono que ingerimos los aumentan.
El entrenamiento también permite que una pequeña porción del azúcar en sangre entre en las células por sí mismo, lo cual se suma a la acción de la insulina aumentando el riesgo de hipoglucemia.
Una hipoglucemia nos impediría realizar actividad física debido a la falta de combustible (Hidratos de Carbono).
El ejercicio físico no sustituye a la insulina
- En caso de necesitarlo deberemos reducir la dosis, pero nunca eliminarla por completo, ya que sin insulina la glucosa no entra a las células musculares lo cual nos dejaría sin energía.
- Si esto sucede, para conseguir combustible el organismo recurre a la grasa, pudiendo producir así cuerpos cetónicos o cetonas que pueden ocasionar un grave problema de salud por cetoacidosis diabética.
- Nuestro hígado lo toma como una falta de glucosa así que libera sus propias reservas de glucógeno produciendo de este modo un aumento de la glucemia por partida doble. Esto nos impedirá sentirnos bien, con sensación de cansancio y sin poder practicar deporte debido al elevado nivel de azúcar en sangre.
- En caso de necesitar inyectar insulina para evitar todo lo anterior, deberemos parar y esperar a que nuestra glucemia basal descienda a niveles óptimos.
La bomba de insulina con el ejercicio físico
Resulta más sencilla equilibrar la bomba de insulina, ya que podemos reducir nuestra dosis de insulina antes de las comidas, pero también la dosis basal que actuará durante el entrenamiento.
Es importante tener en cuenta el pico de acción de la insulina para ser administrada con suficiente previsión.
También es posible desconectarla aunque es aconsejable no hacerlo por más de 2 o 3 horas, ya que si esto ocurre se producirá una falta importante de insulina.
Para ejercicios de mayor duración, bien podemos conectar momentáneamente la bomba de insulina cada hora para aplicar una pequeña dosis.
2. ¿Cuál es el mejor ejercicio para la diabetes?
Debemos saber que tipo de deporte vamos a realizar, ya que este tendrá un efecto u otro sobre lo que ocurre con nuestra diabetes.
Tenemos dos grandes grupos:
- Ejercicio cardiovascular; es de larga duración, consume mayor glucosa y por lo tanto se espera un mayor descenso de la glucemia. Este efecto ocurrente tanto durante el ejercicio como hasta 24 horas después.
- Ejercicio de fuerza; tiene poca duración, consumen menor cantidad de glucosa e incluso pueden incrementar la glucemia después de la actividad física.
No existe el mejor deporte para la diabetes, lo ideal es encontrar tu equilibrio mezclando varios ejercicios físicos.
En ciertos deportes nos resultará muy difícil pararnos mientras estamos en acción, por lo que es aconsejable empezar con los niveles de azúcar un poco superiores (150 mg/dl-180 mg/dl). Otra buena solución es realizar varios controles previos a la actividad física para ver la tendencia de nuestra glucemia.
También se pueden producir ambos tipos de ejercicios, sin embargo se trata de saber cuál predomina sobre el otro.
DIABETES BIEN CONTROLADA
Ahora sabes como mantener bien controlada a tu diabetes con el ejercicio físico, lo único que te queda es ponerte las zapatillas y ¡pasar a la acción!